Secrets of the Silent Witch - Capitulo 3

 Que Tan Rápido el Director se Frota Sus Manos

La Academia Serendia fue llamada por Serendine—la Diosa de la Luz y uno de los Reyes Espirituales—con el fin de recibir su protección. Su bastón y corona de lirios servían como tema para el emblema de la escuela.

Originalmente, no era costumbre que la realeza y los nobles enviaran a sus hijos a la escuela. Sin embargo, así como el tiempo avanzaba, más y más hijos de nobles empezaron a asistir a institutos educacionales. La Academia Serendia era uno de ellos.

Ahora había varias escuelas, incluyendo internados y escuelas para chicas, pero la Academia Serendia portaba el honor de ser la primera escuela en la que un miembro de la realeza de Ridill asistía.

El Reino de Ridill tenía tres escuelas de élite en particular: la Academia Serendia, donde los miembros de la familia real asistían; la Institución de Entrenamiento para Magos Minerva; y la Universidad Afiliada al Templo.

Entre ellos, la Universidad estaba mas enfocada en leyes. Las áreas profesionales en Minerva eran la magia y hechizos. La Academia Serendia, por otro lado, tenía una maestría en enseñar todos los temas a excepción de esos dos.

La academia lo tenía todo: instructores de primera categoría, una enorme colección de libros, y equipamiento y facilidades que beneficiaban a los estudiantes nacidos en la nobleza.

Entrar en la academia requería de una inscripción de sustanciales tarifas y donaciones, pero los estudiantes conllevaban una tremenda ventaja encontrando empleo en la corte después de la graduación. Entre nobles, ser capaz de llamarse a sí mismo un alumno de la Academia Serendia era un símbolo de estatus.

Era difícilmente necesario decir que aquellos que participaban en el consejo estudiantil eran vistos con particular admiración. Especialmente con el segundo príncipe, Felix Arc Ridill, actualmente ejerciendo como presidente del consejo, convertirse en un miembro significaba la oportunidad de ser elegido como uno de sus auxiliares cercanos.

De hecho—normalmente, convertirse en un miembro del consejo estudiantil garantizaría un futuro seguro.

…¡¿Entonces por qué esta pasando esto?! Aaron O’Brien gritó en su mente. Aaron era el actual contador del consejo estudiantil en la Academia Serendia.

Estaba parado en el centro del salón, con el resto del consejo estudiantil rodeándolo. Ellos habían sido sus compañeros hasta el día anterior, pero ahora, todos lo miraban tan fuerte como si él fuera un criminal.

La tensión llenó el salón del consejo estudiantil, pero una persona estaba sonriendo: un joven chico sentado en la silla del presidente con el puño tomando el peso de su mejilla—la sonrisa de un santo profundamente misericordioso.

“Nuestra investigación ha descubierto indicios de sabotaje,” empezó Felix. “Específicamente, una malversación de un presupuesto de fondos. Y sucedió más de solo una o dos veces… ¿no es correcto?”

Su voz era gentil y excesivamente tranquila, pero tan fría que se sentía como un cuchillo apuñalando el corazón del oyente.

Aaron permaneció en silencio. El secretario, un joven chico con cabello café y ojos ligeramente caídos llamado Elliott Howard, nivelo su vista filosa hacia él.

“¿Entonces has perdido la cuenta de cuántas veces malversaste los fondos?” él dijo. “…Porque solo por lo que he encontrado, la cuenta es de más de treinta.”

El tono de Elliott era frívolo, pero sus ojos estaban repletos de despreció mientras miraba a Aaron.

Después de Elliott, otra secretaría—una hermosa chica rubia llamada Bridget Greyham—cubrió su boca con un abanico y remarcó, “Eso es sin duda bastante, considerando que cubre solo el presupuesto del año pasado. ¿Pero él no además desfalco los fondos del presupuesto especial?”

Ante las palabras de Bridget, un chico bajo de estatura con cabello café brilloso llamado Neil Clay Maywood—el funcionario de asuntos generales—asintió. “Si, Aún estamos repasando los fondos especiales, pero había signos de falsificación ahí también, así que hay poca duda. Una cuenta preliminar del lugar combinaba un total de…cerca de cincuenta instancias.”

Enfrentando a una persona tras otra señalando sus fallos, Aaron chasqueo su lengua. ¡¿Cómo diablos se supone que recuerde cuántas veces lo hice?! Su colaborador le había advertido que se estaba llendo por la borda, pero incluso así, el nunca debió haber sido descubierto.

Mientras Aaron se mantenía en silencio, Felix, con la sonrisa gentil aún en su rostro, empezó de nuevo. “Te seleccioné para el consejo estudiantil por recomendación de mi abuelo, el Duque Clockford.”

Los estudiantes del consejo estudiantil eran seleccionados por el presidente. Había varios que usaron dinero con tal de recurrir por un favor con Felix, y por extensión con su abuelo, el Duque Clockford. Uno de los que había ofrecido una suma bastante alta era el padre de Aaron, el Conde Steil.

Fue por eso que el Duque Clockford había ordenado a su nieto Felix seleccionar a Aaron para el consejo estudiantil. Si él tan solo hubiera hecho su trabajo como contador apropiadamente, ambos, el futuro de él y el del Duque Steil habrían sido asegurados.

Desafortunadamente, la Casa Steil había contribuido demasiado al Duque Clockford, dando paso a una cercana destitución. Como resultado, el presupuesto de Aaron había sido reducido bastante, y él empezó a malversar los fondos del consejo estudiantil por dinero para gastar a lo tonto.

¡Demonios, demonios, demonios…!

Aaron tensó sus dientes y los ojos de Felix se contrajeron. Mientras el príncipe comunicaba el juicio, su voz era increíblemente suave y tan fría como el hielo. El trataba de acorralar a Aaron lentamente y prolongar su tormento.

“No puedo imponer un castigo mayor a la expulsión. Sin embargo, mi abuelo querrá cortar todos los lazos con el Conde Steil.”. Sin embargo, mi abuelo querrá cortar todos los lazos con el Conde Steil.

Aaron sintió toda la sangre drenarse de su cuerpo. Todos los que estudiaban en esta academia sabían que detrás del segundo príncipe estaba el noble con más influencia en el reino: el Duque Clockford. Y el duque era un hombre insensible, desalmado y brutal.

“Pareciera que tu padre buscó la confianza de la Casa Clockford con tal de obtener préstamos. Oh, que triste. Después de esto, el Conde Steil será incapaz de recibir un préstamo de alguien, y tu casa muy seguramente caerá en la ruina.”

El rostro de Aaron se volvió pálido con sudor. Estaré bien, pensó. Lo sé. ¡Se que harán algo sobre esto!

El había tenido un colaborador todo este tiempo. Estaba seguro de que jalarían algunas palancas y lo sacarían de este desastre.

Si… Erm, harán, um…

Pero cuando trató de visualizar la cara de su colaborador, se dio cuenta que no podía. Al principio, pensó que era solo la confusión por su estrés actual, pero entre más trataba de recordar, más borrosas se volvían sus memorias. Sus pensamientos se entorpecían. Su cabeza dio vueltas.

¿Por qué? ¿Por qué no puedo recordarlos?

Aaron O’Brien tuvo un colaborador. Él estaba seguro de ello. Muy seguro, al menos. Ellos habían conspirado con él a cambio de la mitad de las ganancias.

Y aun así, no pudo recordar el rostro de su colaborador, o su voz, o su nombre—nada de nada.

“Ah, ah, ahhh…”

Por alguna razón más allá de su entendimiento, su memoria había desaparecido completamente. La sensación era similar al miedo de uno viento un gran hoyo en su propio cuerpo.

Con su rostro empapado de sudor, tomó su cabeza adolorida y empezó a temblar sin control. Su intenso miedo daba paso al pánico. Aaron estaba a un respiro de perderlo—y entonces Felix, con su sonrisa santa, envió el golpe final.

“¿…Lo entiendes?” Tu estupidez ha causado la caída de la Casa Steil.

Aaron pudo escuchar el chasquido de un hilo en la parte trasera de su mente. Él perdió el control. El interior de su cabeza esta caliente. Realmente caliente. Se sentía como si los vasos sanguíneos estuvieran siendo quemados—y se dio por vencido ante el calor, gritando con espuma formándose en sus labios.

“¡Cállate, cállate, cállate! ¡La familia real son solo… solo perros falderos del duque!”

Sin todo su auto control, Aaron saltó al escritorio hecho furia y trató de tomar a Felix. Antes de que pudiera tocar al príncipe, sin embargo, uno de los asistentes de Feliz esperando en la pared saltó a la acción y lo restringió. Este joven chico con cabello rubio platino era Cyril Ashley, el vicepresidente del consejo estudiantil.

Cyril rápidamente cantó un hechizo, y dio el comando: “¡Congélate!” Inmediatamente, los pies de Aaron fueron cubiertos en bloques de hielo.

Ahora que Aaron había sido restringido con magia de hielo, las características bien definidas de Cyril se volvieron en una mirada enojada. “¡Cómo te atreves! Comentarios ignorantes y violencia dirigida a Su Alteza Real… ¡Te merecer morir mil muertes! ¡Te convertiré en una escultura de hielo y aventarte por la ventana!”

El hielo que cubrió los pies de Aaron empezó a hacer sonidos crujientes mientras se arrastraba en casa pierna. A este paso, el se transformaría en una escultura de hielo de cuerpo completo.

Pero al momento en que el hielo llegaba a las rodillas de Aaron, Felix interrumpió.

“No es tu trabajo lidiar con él, Cyril.”

A la orden de Felix, Cyril inmediatamente interrumpió el progreso de su hechizo. Entonces agacho la cabeza al príncipe.

“… Actué fuera de lugar, sr. Por favor acepta mis sinceras disculpas.”

“Estabas preocupado por mi seguridad, ¿verdad? Gracias por protegerme.”

Felix sonrió a Cyril antes de dejar caer su mirada de vuelta a Aaron.

Sus ojos, azules como el cielo con solo una gota de verde mezclado en ellos, lo miraban despiadadamente hacia Aaron.

“Aaron O’Brien, deberás confinarte en tu dormitorio hasta que la notificación oficial de tu expulsión te sea confiada. Tienes mucho tiempo para reflexionar en que tan idiota debes ser para burlar con astucia a un perro faldero del duque”

“Ugh,” murmuró Aaron de sus labios temblorosos.

Sus memorias fueron volviéndose rápidamente más y más borrosos. Él sabía que tuvo un colaborador. Estaba seguro de ello, pero no lo pudo recordar… No, no, no.

¿…Había estado realmente trabajando solo?

 

***

 

En el carruaje rumbo a la Academia Serendia, Monica estaba en problemas.

“¿Q-qué hago, qué hago…?”

Para ser precisos, la razón de que se estaba tomando la cabeza con sus manos en ese momento tenía que ver con las habitaciones en el dormitorio de chicas.

La Academia Serendia era un internado, y sus dormitorios eran asignados generalmente de a dos personas por habitación. Pero Monica, que había estado viviendo en una cabaña de montaña debido a su miedo de estar alrededor de personas, nunca sobreviviría viviendo en una habitación para dos personas.

¡Como si proteger al príncipe no fuera lo suficientemente problemático!

“No necesita ser lujoso… Solo por favor déjenme tener la habitación del ático…”

La escuela sí tenía habitaciones para una sola persona, pero esas eran aparentemente limitadas a estudiantes con calificaciones excepcionales o que hubieran hecho donaciones significativas. A decir verdad, no hubiera sido muy difícil pagar la donación requerida. Monica apenas y había tocado el ingreso que recibía de los Siete Sabios, así que el dinero no era un problema.

Pero con la historia de fondo como Monica Norton, la marginada de la Casa Kerbeck, no habría duda de que levantaría sospechas si ella paga una gran donación para asegurar una habitación de uno.

El problema se hubiera resuelto si compartía habitación con su colaboradora para esta misión, Isabelle, pero la joven chica era de primer año en el curso avanzado. Las habitaciones usualmente eran puestas con gente del mismo año juntas, así que, como alguien de segundo año, Monica no podía ser emparejada con ella.

¿Qué hago? ¿Qué hago? Mientras Monica temblaba, con la cabeza aún enterrada en sus manos, Isabelle le ofreció una propuesta llena de confianza.

“Si estas preocupada por el dormitorio, mi hermana, tengo una idea. Permíteme resolver el problema brillantemente a modo digno de una villana adecuada.”

“¿Una…una villana adecuada…?” repitió Monica, visiblemente confundida.

Isabelle sonrió. “¡Puedes dejármelo a mí!”

Eventualmente, el carruaje llegó a la Academia Serendia. La construcción era hermosa, justo como el Palacio Real de Ridill. Con paredes blancas y techo azul—no tenía las espirales que el castillo tenía, pero todo estaba decorado con esculturas magníficas. Monica miro hacia arriba aturdida.

“¿Nos ponemos en marcha?” preguntó Isabelle, impulsándola a seguir adelante.

En lugar de dirigirse a los dormitorios, Isabelle fue hacia la oficina del director. Si repentinamente pedimos una reunión, pensó Monica, llena de inquietud, ¿no nos llegaríamos a cruzar con el director?

Sin embargo, contrario a sus expectativas, el director fue bastante servil en aceptar su solicitud, frotando sus manos entre ellas todo el tiempo.

La familia de Isabelle, la Casa Kerbeck, era famosa—de hecho, era una de las cinco casas nobles rurales en el reino. Al ver cuanto habían donado a la escuela, no era sorpresa que el director fuera especialmente cortés hacia Isabelle.

“Oh por qué, hola y bienvenida, Lady Isabelle. Como siempre, estoy eternamente en deuda con tu padre.”

El director era un hombre de mediana edad y traía su cabello grisáceo peinado hacia abajo. Su cara grande estaba ahora cubierta con una sonrisa agraciada mientras guiaba a Isabelle y a Monica a su oficina.

Siendo una escuela digna para hijos de nobles, el interior de la Academia Serendia estaba lujosamente decorada. En particular, ellos claramente no escatimaron en gastos para la oficina del director; las paredes estaban adornadas con una vista cara de pinturas y esculturas y similares.

Isabelle tomó asiento—por sí misma—en el sofá a través del director, y después ordenó a Monica permanecer destrás de el. “He venido aquí con una petición de la cual me gustaría mucho su ayuda, Director.”

“Oh, oh si. Si hay cualquier cosa que te preocupa, haré todo en mi poder para ayudar.”

Cuando el director rápidamente se inclino hacia adelante, Isabelle tomo su abanico y cubrió su boca con el. Entonces dio un suspiro pesado que sonó realmente melancólico. “He escuchado que los dormitorios de la Academia Serendia son de dos estudiantes por habitación… soy una chica muy delicada y sensible, y yo simplemente no podría soportar dormir en la misma habitación con alguien a quien nunca he conocido.”

“¡Oh! Si eso es todo, no necesitas preoparte. Prepararé una habitación individual que es digna de la hija noble del Conde Kerbeck. Y ahora que lo mencionas, era joven dama es un familiar, ¿no lo es? ¿Debería preparar una habitación para ella cerca de la tuya?”

“Bueno, ¡jamás! ¡¿La pondrías a ella cerca de ?!” dijo Isabelle, tomando la oportunidad de levantar su voz. El director tembló en sorpresa. Monica, que no tenía ni idea del plan de Isabelle, también se aturdió y no pudo evitar dejar salir un chillido y temblor.

“¡Debes estar bromeando!” Isabelle continuo. “¡Yo no debo ser puesta en una habitación donde sea que este cerca de esta chica que huele a lodo!”

“Ahhh, me disculpo sinceramente por ser tan insensible. Le prepararé una habitación tan lejos de usted como—”

“¡Director! ¡Incluso una habitación normal es inadecuada para esta chica! Me sentiría simplemente terrible por quien sea que fuera forzada a vivir con ella.”

Cuando Isabelle inclinó su abanico y comenzó a fingir llorar, el forcejeo de mano del director se aceleró considerablemente. Mientras frotaba sus palmas juntas en muestra de servilismo, él dijo tranquilamente, “E-en ese caso, ¿Qué querrías que hiciera…?”

Detrás de su abanico, Isabelle dejo deslizar una sonrisa—ella ahora estaba segura de su victoria. Después miro a Monica, que estaba colgando su cabeza detrás del sofá, y dijo en una voz mezquina, “¿Será que, una habitación del ático es lo suficientemente buena para las personas como tú… no es correcto?”

Temblando, Monica con dificultad asintió. Isabelle le dio la espalda al director y le aseguro, “Está de acuerdo, como podrá ver.”

“¿Una habitación del ático…?” repitió el director, sonando adverso. Él estaba probablemente más preocupado sobre la reputación de la academia que de lo que estaba sobre Monica.

Isabelle le dio un vistazo filoso a él. “¿No está disponible? Si es así, un establo es suficiente.”

“No, no. Llevaremos una cama a la habitación del patico. Sí, sí.”

Mientras el director miraba a otro lado, Isablle le dio un guiño a Monica. Monica estaba completamente asombrada por sus habilidades resueltas de estilo villanesco.

L-las villanas son muy asombrosas…

Pero no eran las villanas las que eran asombrosas—era Isabelle.

 

***

 

Una vez dejó la oficina del director, Monica dejo salir un suspiro de alivio.

La habitación del ático estaba arriba del almacén en el piso de hasta arriba del dormitorio de estudiantes, un piso diferente al de todos los otros estudiantes. Tal trato pudo haber reducido a una joven noble hecha y derecha en llanto, pero Monica estaba increíblemente agradecida por ello.

“Yo, ummm, Lady Isabelle… Gr-grac…”

Mientras Monica intentaba murmurar un gracias, los ojos de Isabelle de repente se volvieron nublosos. Monica, aturdida, la miró en pánico.

“U-um, ¿Lady Isabelle?”

“Ahhh… ¡Si solo pudiéramos ser compañeras de cuarto! ¡Podríamos haber arreglado fiestas de té secretas en medio de la noche o gatear debajo de las sábanas juntas y compartir secretos! ¡Pero…pero no me puedo permitir meterme en el camino de tu misión! ¡Lo comprendo totalmente!”

Después de secar sus ojos con un pañuelo, lanzó sus brazos alrededor de una Monica agitada y se colgó detrás de su cuello. “¡Mi hermana! Si alguna vez estas libre, por favor, ¡por favor ven a mi habitación a visitarme! ¡Daré lo mejor de mí para hacerte sentir bienvenida!”

“De-de acuerdo…,” dijo Monica, asintiendo rígidamente. Isabelle repentinamente se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se enderezó.

Pudieron escuchar voces por la esquina del pasillo. La ceremonia de entrada no era hasta mañana, pero unos cuantos maestros y estudiantes con actividades de club podían ser vistos alrededor de la escuela. Por eso, no era raro para ellas encontrarse con alguien, pero la conversación que estaban oyendo era ciertamente inusual.

“¡Demonios! ¡Déjame ir! ¡Déjame! ¡No hice nada malo!”

“¡Cállate ya! ¡O lo siguiente que congelaré será tú boca!”

“Cálmate, Cyril Ashley.”

“Si, Cyril. Estás siendo incluso más ruidoso que él

Desde la vuelta de la esquina venían tres estudiantes varones y un joven maestro hombre.

Un estudiante con cabello negro estaba gritando y vociferando que lo dejaran ir, mientras los otros tres lo estaban restringiendo, aparentemente lo trataban de llevar a algún lugar.

Isabelle susurró a Monica en voz baja de manera que solo ella pudiera escuchar, “El joven chico de cabello negro… Ese debería ser Lord Aaron O’Brien de la Casa Steil. Lo he visto antes en eventos sociales.”

Aaron era un niño bastante alto, y los otros estaban teniendo un momento difícil restringiéndolo a pesar del número.

Isabelle sacó su abanico y rápidamente cubrió su boca. “…El de cabello café es Elliott Howard de la Casa Dasvy. No estoy familiarizada con el de cabello plateado, pero como viste el emblema del consejo estudiantil, él debe ser de una casa élite también.”

Ya veo, pensó Monica. Mientras Isabelle lo había señalado, los tres estudiantes varones vestían pequeños emblemas en sus solapas.

Isabelle tenía tanto buena memoria como ojo agudo—la manera en que recordaba sus nombres tan rápido y señalaba sus prendedores en la solapa era brillante.

Monica furtivamente la miró en admiración. ¿No ella podría ser mucho mejor en infiltración de lo que yo sería? Se preguntó.

En esos momentos, el glamuroso grupo de cuatro empezaron a dirigirse a donde estaban, así que Isabelle y Monica se movieron rápido hacia la pared para hacer espacio.

El chico de cabello café con ojos caídos, Elliott Howard, las miró y alzó la mano casualmente, diciendo, “Lo siento por el ruido.”

Pero justo entonces, el chico pelinegro Aaron—el que estaba siento restringido por los otros tres—miró hacia las dos chicas con los ojos inyectados de sangre y gritó, “¡Oigan! Oigan, ustedes dos, ¡digan algo ya! ¡Estoy siento engañado! Yo no… yo no recuerdo, no lo recuerdo, no lo sé, no lo puedo recordar… ¡Ahhhhh…!”

“¡Quito ya! ¡Cierra tu boca!” ladró el joven chico de cabello plateado, con sus venas saliendo a flote de su sien. Entonces él rápidamente murmuró algo.

Los murmullos hicieron que Minoca levantara la cabeza. Era un cántico para un hechizo.

¡Y uno acortado también…!

El chico de cabello plateado tejió su hechizo a la mitad del tiempo que un cántico normal, entonces chasqueó sus dedos. Las muñecas de Aaron se congelaron como grilletes. El chico de cabello plateado luego produjo un pequeño fragmento de hielo en su palma y la embistió dentro de la boca de Aaron, dejándola ahí.

Mientras el fragmento de hielo era colocado dentro de su boca, los ojos de Aaron se abrieron, y gritó internamente.

“Hmph. Ojalá esto te ayude a refrescar tu cabeza un poco,” escupió el chico de cabello plateado con desagrado.

Elliott con ojos caídos lo miró en exasperación. “Cyril, ¿sabías que las chicas te llaman el Scion de Hielo?”

“¿Qué se supone que signifique eso?”

“Es el nombre de un personaje de una novela muy popular en la capital. Aparentemente, él es maravillosamente genial y tranquilo. ¿Por qué no lo intentas un poco más para llegar a sus expectativas, hmm?”

“No lo entiendo. Siempre estoy tranquilo.”

“……”

Elliott se encogió de hombros ante Cyril—el joven chico de cabello plateado.

Finalmente, el maestro se dirigió a ambos y dijo, “Sigamos en marcha.”

“Si, Mtro. Thornlee.” Respondió Elliott sin argumentar.

Cyril miró a Isabelle y a Monica y ofreció una disculpa corta. Entonces los tres se llevaron a la fuerza a Aaron.

Cuando los cuatro de ellos estaban fuera de vista, Isabelle rompió el silencio.

“Me pregunto si algo pasó en el consejo estudiantil.”

Hablando del consejo estudiantil, su presidente era el objetivo de la tarea de Monica—el segundo príncipe, Felix Arc Ridill. Si fuera haber un incidente en el consejo estudiantil, era significaba que Monica, su guardaespaldas, necesitaría saber los detalles.

Nooo… Si justo apenas me transferí, y tengo el sentimiento de que las cosas ya se están poniendo complicadas…

Como reflejo de su turbulento encuentro con los miembros del consejo, Monica tomó su estómago y dejo salir un pequeño gemido.

 

***

 

La habitación del ático que le fue dada a Monica resultó estar mucho más limpia de lo que esperaba. El director lo había probablemente orquestado. La habitación contenía dos cosas pequeñas, una cama simple y un escritorio para estudiar—más que suficiente para Monica.

Levantó la ventana para refrescar la habitación, y abrió su bolsa de viaje.

“Nero, ya puedes salir… ¿Nero?”

Regó el contenido de su bolsa de viaje en la cama, enviando a Nero rodando fuera también.

“Miauuuuhhh…” Él hizo un sonido entre bostezo y maullido.

“¿Hmm? ¿Qué es esto? ¿Ya llegamos?”

“Mm-hmm. ¿Estuviste durmiendo todo este tiempo?”

“Sip. Puedo dormir donde sea cuando sea. Bastante genial, ¿no?” presumió.

“Claro,” dijo Monica de improviso mientras tomaba su cafetera de la cama.

El escritorio que venía en el cuarto tenía varios cajones en el. El cajón de hasta abajo podría ser puesto bajo llave, así que fue ahí donde colocó la cafetera.

A pesar de ser una de los mejores magos en el reino, Monica tenía unas pocas más preciadas posesiones de las que ella realmente le importaban. Esta cafetera, un recuerdo de su padre, era por mucho más importante para ella que su bastón dorado o el anillo y la túnica que significaban el rango noble que recibió cuando se volvió una Sabia.

La cafetera era su único tesoro—ella no podía pensar en algún otro.

Nero bostezó y miró hacia arriba para verla desde la cama después de que puso con llave el cajón. “¿Entonces como es la vida escolar?”

“Um, dicen que las clases comenzarán mañana…”

Empezando mañana, ella estaría entrando a la Academia Serendia como alumna de segundo año en el programa avanzado. Y ella estaría haciendo como Monica Norton—no Monica Everett, la Bruja del Silencio. Su rostro se ensombreció mientras recordaba sus días en el Instituto de Entrenamiento para Magos Minerva. Para alguien tan tímida como lo era ella, el estilo de vida en grupo de una escuela era solo agonía. Por la última mitad de su tiempo en Minerva, ella se había encerrado en el laboratorio casi constantemente.

“…Ugh. Solo de imaginarlo me está dando dolor de estómago…”

La razón de que Monica había llegado aquí era para proteger en secreto al segundo príncipe. Pero antes de que si quiera pudiera pensar en la misión, para no sobresalir, tendría que vivir la vida como una estudiante. Que para Monica, iba a ser difícil.

“Eh, no sudes por cosas de nada. Solo ten un buen momento. ¿No la academia parece divertida?”

“…Dices eso solo porque no conoces que tan tenebrosa es…”

“Si parece que alguien va a descubrir tu secreto, puedes solo usar un hechizo para manejarlo, ¿cierto? Pastel comido. Eres una maga increíble, así que… Es decir, ¿no solo podrías controlar o alterar las memorias de cualquiera que fuera a descubrir sobre ti?”

Nero podía ser despreocupado porque sabía muy poco sobre asuntos de humanos. Monica negó con su cabeza, con una expresión sombría en su rostro. “En la actualidad, cualquier hechizo que interfiera con la mente humana, como manipular a alguien o reescribir sus memorias—todo eso está prohibido… Si yo lo uso en alguien sin permiso, ellos tomarían mi certificado como maga de mí…”

Los hechizos que interferían con la mente de alguien o el estado mental estaban permitidos solo en circunstancias especiales, como extraer confesiones de criminales. La investigación estaba permitida, y Monica había leído un libro o dos sobre el tema. Sin embargo, aunque ella podía usar los hechizos si así quisiera, no lo quería hacer particularmente.

“Hechizos como esos son realmente difíciles de controlar. Algunas personas desarrollan efectos colaterales, como problemas de memoria o caer en estado de confusión… Y he escuchado que, si va realmente mal, ellos no podrían recuperar la conciencia.”

“¿Qué? Eso es terrorífico.”

“Mm-hmm. Así que no puedes usarlo solo por cualquier cosa.”

De repente, Monica recordó a Aaron O’Brien, uno de los estudiantes varones que habían pasado hoy en la mañana. Él había estado en confusión, diciendo que no sabía, no recordaba, y cosas así. Eso sonaba muy similar a los síntomas de alguien cuya mente había sido interferida con el uso de un hechizo.

No, no puede ser, pensó Monica antes de sacudir su cabeza y retomando su concentración en prepararse para el día siguiente.

“Los humanos seguro lo tienen complicado, ¿eh?” dijo Nero, sus bigotes se movían de arriba hacia abajo.

“Si. Desearía ser un gato…,” murmuró Monica con una risa seca.

Nero estrechó sus ojos dorados y la miró. “¿Alguna vez has oído de la supervivencia del más fuerte? Es incluso peor para los gatos de lo que es para los dragones. Te lo puedo asegurar—si tú fueras a convertirte en gato, un cuervo podría picotearte hasta matarte en minutos.”

“…Haah.”

Ella no tenía respuesta para eso.



Anterior

NT. Este es un "demo" para la traducción (aunque bastante apegada a la versión final), espero que de encontrar errores mejore la puntuación gramatical sobre todo y pasarla a PDF. Espero tener avances en un futuro cercano.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Web Novel - Capitulos

Light Novel - Capitulos

A10C19. La hija de Benedict Rayne