Secrets of the Silent Witch - Capitulo 3
Que Tan Rápido el Director se Frota Sus Manos
La Academia
Serendia fue llamada por Serendine—la Diosa de la Luz y
uno de los Reyes Espirituales—con el fin de recibir su protección. Su bastón y
corona de lirios servían como tema para el emblema de la escuela.
Originalmente, no era
costumbre que la realeza y los nobles enviaran a sus hijos a la escuela. Sin
embargo, así como el tiempo avanzaba, más y más hijos de nobles empezaron a
asistir a institutos educacionales. La Academia Serendia era uno de ellos.
Ahora había varias
escuelas, incluyendo internados y escuelas para chicas, pero la Academia
Serendia portaba el honor de ser la primera escuela en la que un miembro de la
realeza de Ridill asistía.
El Reino de
Ridill tenía tres escuelas de élite en particular: la Academia Serendia, donde
los miembros de la familia real asistían; la Institución de Entrenamiento para
Magos Minerva; y la Universidad Afiliada al Templo.
Entre
ellos, la Universidad estaba mas enfocada en leyes. Las áreas profesionales en
Minerva eran la magia y hechizos. La Academia Serendia, por otro lado, tenía
una maestría en enseñar todos los temas a excepción de esos dos.
La academia
lo tenía todo: instructores de primera categoría, una enorme colección de
libros, y equipamiento y facilidades que beneficiaban a los estudiantes nacidos
en la nobleza.
Entrar en
la academia requería de una inscripción de sustanciales tarifas y donaciones,
pero los estudiantes conllevaban una tremenda ventaja encontrando empleo en la
corte después de la graduación. Entre nobles, ser capaz de llamarse a sí mismo
un alumno de la Academia Serendia era un símbolo de estatus.
Era
difícilmente necesario decir que aquellos que participaban en el consejo
estudiantil eran vistos con particular admiración. Especialmente con el segundo
príncipe, Felix Arc Ridill, actualmente ejerciendo como presidente del consejo,
convertirse en un miembro significaba la oportunidad de ser elegido como uno de
sus auxiliares cercanos.
De hecho—normalmente, convertirse en un miembro del consejo
estudiantil garantizaría un futuro seguro.
…¡¿Entonces por qué esta
pasando esto?! Aaron O’Brien gritó en
su mente. Aaron era el actual contador del consejo estudiantil en la Academia
Serendia.
Estaba parado en el
centro del salón, con el resto del consejo estudiantil rodeándolo. Ellos habían
sido sus compañeros hasta el día anterior, pero ahora, todos lo miraban tan
fuerte como si él fuera un criminal.
La tensión llenó el
salón del consejo estudiantil, pero una persona estaba sonriendo: un joven
chico sentado en la silla del presidente con el puño tomando el peso de su
mejilla—la sonrisa de un santo profundamente misericordioso.
“Nuestra investigación
ha descubierto indicios de sabotaje,” empezó Felix. “Específicamente, una
malversación de un presupuesto de fondos. Y sucedió más de solo una o dos
veces… ¿no es correcto?”
Su voz era gentil y
excesivamente tranquila, pero tan fría que se sentía como un cuchillo
apuñalando el corazón del oyente.
Aaron permaneció en
silencio. El secretario, un joven chico con cabello café y ojos ligeramente
caídos llamado Elliott Howard, nivelo su vista filosa hacia él.
“¿Entonces has perdido
la cuenta de cuántas veces malversaste los fondos?” él dijo. “…Porque solo por
lo que he encontrado, la cuenta es de más de treinta.”
El tono de Elliott era
frívolo, pero sus ojos estaban repletos de despreció mientras miraba a Aaron.
Después de Elliott, otra
secretaría—una hermosa chica rubia llamada Bridget Greyham—cubrió su boca con
un abanico y remarcó, “Eso es sin duda bastante, considerando que cubre solo el
presupuesto del año pasado. ¿Pero él no además desfalco los fondos del
presupuesto especial?”
Ante las palabras de
Bridget, un chico bajo de estatura con cabello café brilloso llamado Neil Clay
Maywood—el funcionario de asuntos generales—asintió. “Si, Aún estamos repasando
los fondos especiales, pero había signos de falsificación ahí también, así que
hay poca duda. Una cuenta preliminar del lugar combinaba un total de…cerca de
cincuenta instancias.”
Enfrentando a una
persona tras otra señalando sus fallos, Aaron chasqueo su lengua. ¡¿Cómo
diablos se supone que recuerde cuántas veces lo hice?! Su colaborador le
había advertido que se estaba llendo por la borda, pero incluso así, el nunca
debió haber sido descubierto.
Mientras Aaron se
mantenía en silencio, Felix, con la sonrisa gentil aún en su rostro, empezó de
nuevo. “Te seleccioné para el consejo estudiantil por recomendación de mi
abuelo, el Duque Clockford.”
Los estudiantes del
consejo estudiantil eran seleccionados por el presidente. Había varios que
usaron dinero con tal de recurrir por un favor con Felix, y por extensión con
su abuelo, el Duque Clockford. Uno de los que había ofrecido una suma
bastante alta era el padre de Aaron, el Conde Steil.
Fue por eso que el Duque
Clockford había ordenado a su nieto Felix seleccionar a Aaron para el consejo
estudiantil. Si él tan solo hubiera hecho su trabajo como contador
apropiadamente, ambos, el futuro de él y el del Duque Steil habrían sido
asegurados.
Desafortunadamente, la
Casa Steil había contribuido demasiado al Duque Clockford, dando paso a una
cercana destitución. Como resultado, el presupuesto de Aaron había sido
reducido bastante, y él empezó a malversar los fondos del consejo estudiantil
por dinero para gastar a lo tonto.
¡Demonios, demonios,
demonios…!
Aaron tensó sus dientes
y los ojos de Felix se contrajeron. Mientras el príncipe comunicaba el juicio,
su voz era increíblemente suave y tan fría como el hielo. El trataba de
acorralar a Aaron lentamente y prolongar su tormento.
“No puedo imponer un
castigo mayor a la expulsión. Sin embargo, mi abuelo querrá cortar todos los
lazos con el Conde Steil.”. Sin embargo, mi abuelo querrá cortar todos los
lazos con el Conde Steil.
Aaron sintió toda la
sangre drenarse de su cuerpo. Todos los que estudiaban en esta academia sabían
que detrás del segundo príncipe estaba el noble con más influencia en el reino:
el Duque Clockford. Y el duque era un hombre insensible, desalmado y brutal.
“Pareciera que tu padre
buscó la confianza de la Casa Clockford con tal de obtener préstamos. Oh, que
triste. Después de esto, el Conde Steil será incapaz de recibir un préstamo de
alguien, y tu casa muy seguramente caerá en la ruina.”
El rostro de Aaron se
volvió pálido con sudor. Estaré bien, pensó. Lo sé. ¡Se que harán algo sobre
esto!
El había tenido un
colaborador todo este tiempo. Estaba seguro de que jalarían algunas palancas y
lo sacarían de este desastre.
Si… Erm, harán, um…
Pero cuando trató de visualizar
la cara de su colaborador, se dio cuenta que no podía. Al principio, pensó que
era solo la confusión por su estrés actual, pero entre más trataba de recordar,
más borrosas se volvían sus memorias. Sus pensamientos se entorpecían. Su
cabeza dio vueltas.
¿Por qué? ¿Por qué no
puedo recordarlos?
Aaron O’Brien tuvo un
colaborador. Él estaba seguro de ello. Muy seguro, al menos. Ellos habían
conspirado con él a cambio de la mitad de las ganancias.
Y aun así, no pudo
recordar el rostro de su colaborador, o su voz, o su nombre—nada de nada.
“Ah, ah, ahhh…”
Por alguna razón más
allá de su entendimiento, su memoria había desaparecido completamente. La
sensación era similar al miedo de uno viento un gran hoyo en su propio cuerpo.
Con su rostro empapado
de sudor, tomó su cabeza adolorida y empezó a temblar sin control. Su intenso
miedo daba paso al pánico. Aaron estaba a un respiro de perderlo—y entonces
Felix, con su sonrisa santa, envió el golpe final.
“¿…Lo entiendes?” Tu estupidez
ha causado la caída de la Casa Steil.
Aaron pudo escuchar el
chasquido de un hilo en la parte trasera de su mente. Él perdió el control. El
interior de su cabeza esta caliente. Realmente caliente. Se sentía como si los
vasos sanguíneos estuvieran siendo quemados—y se dio por vencido ante el calor,
gritando con espuma formándose en sus labios.
“¡Cállate, cállate,
cállate! ¡La familia real son solo… solo perros falderos del duque!”
Sin todo su auto
control, Aaron saltó al escritorio hecho furia y trató de tomar a Felix. Antes
de que pudiera tocar al príncipe, sin embargo, uno de los asistentes de Feliz
esperando en la pared saltó a la acción y lo restringió. Este joven chico con
cabello rubio platino era Cyril Ashley, el vicepresidente del consejo
estudiantil.
Cyril rápidamente cantó
un hechizo, y dio el comando: “¡Congélate!” Inmediatamente, los pies de Aaron
fueron cubiertos en bloques de hielo.
Ahora que Aaron había
sido restringido con magia de hielo, las características bien definidas de
Cyril se volvieron en una mirada enojada. “¡Cómo te atreves! Comentarios
ignorantes y violencia dirigida a Su Alteza Real… ¡Te merecer morir mil
muertes! ¡Te convertiré en una escultura de hielo y aventarte por la ventana!”
El hielo que cubrió los
pies de Aaron empezó a hacer sonidos crujientes mientras se arrastraba en casa
pierna. A este paso, el se transformaría en una escultura de hielo de cuerpo
completo.
Pero al momento en que
el hielo llegaba a las rodillas de Aaron, Felix interrumpió.
“No es tu trabajo lidiar
con él, Cyril.”
A la orden de Felix,
Cyril inmediatamente interrumpió el progreso de su hechizo. Entonces agacho la
cabeza al príncipe.
“… Actué fuera de lugar,
sr. Por favor acepta mis sinceras disculpas.”
“Estabas preocupado por
mi seguridad, ¿verdad? Gracias por protegerme.”
Felix sonrió a Cyril antes
de dejar caer su mirada de vuelta a Aaron.
Sus ojos, azules como el
cielo con solo una gota de verde mezclado en ellos, lo miraban despiadadamente
hacia Aaron.
“Aaron O’Brien, deberás
confinarte en tu dormitorio hasta que la notificación oficial de tu expulsión
te sea confiada. Tienes mucho tiempo para reflexionar en que tan idiota debes
ser para burlar con astucia a un perro faldero del duque”
“Ugh,” murmuró Aaron de
sus labios temblorosos.
Sus memorias fueron
volviéndose rápidamente más y más borrosos. Él sabía que tuvo un
colaborador. Estaba seguro de ello, pero no lo pudo recordar… No, no, no.
¿…Había estado realmente
trabajando solo?
***
En el carruaje rumbo a
la Academia Serendia, Monica estaba en problemas.
“¿Q-qué hago, qué
hago…?”
Para ser precisos, la
razón de que se estaba tomando la cabeza con sus manos en ese momento tenía que
ver con las habitaciones en el dormitorio de chicas.
La Academia Serendia era
un internado, y sus dormitorios eran asignados generalmente de a dos personas
por habitación. Pero Monica, que había estado viviendo en una cabaña de montaña
debido a su miedo de estar alrededor de personas, nunca sobreviviría viviendo
en una habitación para dos personas.
¡Como si proteger al
príncipe no fuera lo suficientemente problemático!
“No necesita ser lujoso…
Solo por favor déjenme tener la habitación del ático…”
La escuela sí tenía
habitaciones para una sola persona, pero esas eran aparentemente limitadas a
estudiantes con calificaciones excepcionales o que hubieran hecho donaciones
significativas. A decir verdad, no hubiera sido muy difícil pagar la donación
requerida. Monica apenas y había tocado el ingreso que recibía de los Siete
Sabios, así que el dinero no era un problema.
Pero con la historia de
fondo como Monica Norton, la marginada de la Casa Kerbeck, no habría duda de
que levantaría sospechas si ella paga una gran donación para asegurar una
habitación de uno.
El problema se hubiera
resuelto si compartía habitación con su colaboradora para esta misión,
Isabelle, pero la joven chica era de primer año en el curso avanzado. Las
habitaciones usualmente eran puestas con gente del mismo año juntas, así que,
como alguien de segundo año, Monica no podía ser emparejada con ella.
¿Qué hago? ¿Qué hago? Mientras Monica temblaba, con la cabeza aún enterrada
en sus manos, Isabelle le ofreció una propuesta llena de confianza.
“Si estas preocupada por
el dormitorio, mi hermana, tengo una idea. Permíteme resolver el problema
brillantemente a modo digno de una villana adecuada.”
“¿Una…una villana
adecuada…?” repitió Monica, visiblemente confundida.
Isabelle sonrió.
“¡Puedes dejármelo a mí!”
Eventualmente, el
carruaje llegó a la Academia Serendia. La construcción era hermosa, justo como
el Palacio Real de Ridill. Con paredes blancas y techo azul—no tenía las
espirales que el castillo tenía, pero todo estaba decorado con esculturas
magníficas. Monica miro hacia arriba aturdida.
“¿Nos ponemos en
marcha?” preguntó Isabelle, impulsándola a seguir adelante.
En lugar de dirigirse a
los dormitorios, Isabelle fue hacia la oficina del director. Si repentinamente
pedimos una reunión, pensó Monica, llena de inquietud, ¿no nos llegaríamos a
cruzar con el director?
Sin embargo, contrario a
sus expectativas, el director fue bastante servil en aceptar su solicitud,
frotando sus manos entre ellas todo el tiempo.
La familia de Isabelle,
la Casa Kerbeck, era famosa—de hecho, era una de las cinco casas nobles rurales
en el reino. Al ver cuanto habían donado a la escuela, no era sorpresa que el
director fuera especialmente cortés hacia Isabelle.
“Oh por qué, hola y
bienvenida, Lady Isabelle. Como siempre, estoy eternamente en deuda con tu
padre.”
El director era un
hombre de mediana edad y traía su cabello grisáceo peinado hacia abajo. Su cara
grande estaba ahora cubierta con una sonrisa agraciada mientras guiaba a
Isabelle y a Monica a su oficina.
Siendo una escuela digna
para hijos de nobles, el interior de la Academia Serendia estaba lujosamente
decorada. En particular, ellos claramente no escatimaron en gastos para la
oficina del director; las paredes estaban adornadas con una vista cara de
pinturas y esculturas y similares.
Isabelle tomó
asiento—por sí misma—en el sofá a través del director, y después ordenó a
Monica permanecer destrás de el. “He venido aquí con una petición de la cual me
gustaría mucho su ayuda, Director.”
“Oh, oh si. Si hay
cualquier cosa que te preocupa, haré todo en mi poder para ayudar.”
Cuando el director
rápidamente se inclino hacia adelante, Isabelle tomo su abanico y cubrió su
boca con el. Entonces dio un suspiro pesado que sonó realmente melancólico. “He
escuchado que los dormitorios de la Academia Serendia son de dos estudiantes
por habitación… soy una chica muy delicada y sensible, y yo simplemente no
podría soportar dormir en la misma habitación con alguien a quien nunca he
conocido.”
“¡Oh! Si eso es todo, no
necesitas preoparte. Prepararé una habitación individual que es digna de la
hija noble del Conde Kerbeck. Y ahora que lo mencionas, era joven dama es un
familiar, ¿no lo es? ¿Debería preparar una habitación para ella cerca de la
tuya?”
“Bueno, ¡jamás! ¡¿La
pondrías a ella cerca de mí?!” dijo Isabelle, tomando la
oportunidad de levantar su voz. El director tembló en sorpresa. Monica, que no
tenía ni idea del plan de Isabelle, también se aturdió y no pudo evitar dejar
salir un chillido y temblor.
“¡Debes estar
bromeando!” Isabelle continuo. “¡Yo no debo ser puesta en una habitación
donde sea que este cerca de esta chica que huele a lodo!”
“Ahhh, me disculpo
sinceramente por ser tan insensible. Le prepararé una habitación tan lejos de
usted como—”
“¡Director! ¡Incluso una
habitación normal es inadecuada para esta chica! Me sentiría simplemente
terrible por quien sea que fuera forzada a vivir con ella.”
Cuando Isabelle inclinó
su abanico y comenzó a fingir llorar, el forcejeo de mano del director se
aceleró considerablemente. Mientras frotaba sus palmas juntas en muestra de
servilismo, él dijo tranquilamente, “E-en ese caso, ¿Qué querrías que
hiciera…?”
Detrás de su abanico,
Isabelle dejo deslizar una sonrisa—ella ahora estaba segura de su victoria.
Después miro a Monica, que estaba colgando su cabeza detrás del sofá, y dijo en
una voz mezquina, “¿Será que, una habitación del ático es lo
suficientemente buena para las personas como tú… no es correcto?”
Temblando, Monica con
dificultad asintió. Isabelle le dio la espalda al director y le aseguro, “Está
de acuerdo, como podrá ver.”
“¿Una habitación del
ático…?” repitió el director, sonando adverso. Él estaba probablemente más
preocupado sobre la reputación de la academia que de lo que estaba sobre
Monica.
Isabelle le dio un
vistazo filoso a él. “¿No está disponible? Si es así, un establo es
suficiente.”
“No, no. Llevaremos una
cama a la habitación del patico. Sí, sí.”
Mientras el director
miraba a otro lado, Isablle le dio un guiño a Monica. Monica estaba completamente
asombrada por sus habilidades resueltas de estilo villanesco.
L-las villanas son muy
asombrosas…
Pero no eran las
villanas las que eran asombrosas—era Isabelle.
***
Una vez dejó la oficina
del director, Monica dejo salir un suspiro de alivio.
La habitación del ático
estaba arriba del almacén en el piso de hasta arriba del dormitorio de
estudiantes, un piso diferente al de todos los otros estudiantes. Tal trato
pudo haber reducido a una joven noble hecha y derecha en llanto, pero Monica
estaba increíblemente agradecida por ello.
“Yo, ummm, Lady
Isabelle… Gr-grac…”
Mientras Monica
intentaba murmurar un gracias, los ojos de Isabelle de repente se volvieron
nublosos. Monica, aturdida, la miró en pánico.
“U-um, ¿Lady Isabelle?”
“Ahhh… ¡Si solo pudiéramos
ser compañeras de cuarto! ¡Podríamos haber arreglado fiestas de té secretas en
medio de la noche o gatear debajo de las sábanas juntas y compartir secretos!
¡Pero…pero no me puedo permitir meterme en el camino de tu misión! ¡Lo
comprendo totalmente!”
Después de secar sus
ojos con un pañuelo, lanzó sus brazos alrededor de una Monica agitada y se
colgó detrás de su cuello. “¡Mi hermana! Si alguna vez estas libre, por favor,
¡por favor ven a mi habitación a visitarme! ¡Daré lo mejor de mí para hacerte sentir
bienvenida!”
“De-de acuerdo…,” dijo
Monica, asintiendo rígidamente. Isabelle repentinamente se dio cuenta de lo que
estaba haciendo y se enderezó.
Pudieron escuchar voces
por la esquina del pasillo. La ceremonia de entrada no era hasta mañana, pero unos
cuantos maestros y estudiantes con actividades de club podían ser vistos
alrededor de la escuela. Por eso, no era raro para ellas encontrarse con
alguien, pero la conversación que estaban oyendo era ciertamente inusual.
“¡Demonios! ¡Déjame ir!
¡Déjame! ¡No hice nada malo!”
“¡Cállate ya! ¡O
lo siguiente que congelaré será tú boca!”
“Cálmate, Cyril Ashley.”
“Si, Cyril. Estás siendo
incluso más ruidoso que él”
Desde la vuelta de la
esquina venían tres estudiantes varones y un joven maestro hombre.
Un estudiante con
cabello negro estaba gritando y vociferando que lo dejaran ir, mientras los
otros tres lo estaban restringiendo, aparentemente lo trataban de llevar a
algún lugar.
Isabelle susurró a
Monica en voz baja de manera que solo ella pudiera escuchar, “El joven chico de
cabello negro… Ese debería ser Lord Aaron O’Brien de la Casa Steil. Lo he visto
antes en eventos sociales.”
Aaron era un niño
bastante alto, y los otros estaban teniendo un momento difícil restringiéndolo
a pesar del número.
Isabelle sacó su abanico
y rápidamente cubrió su boca. “…El de cabello café es Elliott Howard de la Casa
Dasvy. No estoy familiarizada con el de cabello plateado, pero como viste el
emblema del consejo estudiantil, él debe ser de una casa élite también.”
Ya veo, pensó Monica.
Mientras Isabelle lo había señalado, los tres estudiantes varones vestían
pequeños emblemas en sus solapas.
Isabelle tenía tanto
buena memoria como ojo agudo—la manera en que recordaba sus nombres tan rápido
y señalaba sus prendedores en la solapa era brillante.
Monica furtivamente la
miró en admiración. ¿No ella podría ser mucho mejor en infiltración de lo
que yo sería? Se preguntó.
En esos momentos, el
glamuroso grupo de cuatro empezaron a dirigirse a donde estaban, así que
Isabelle y Monica se movieron rápido hacia la pared para hacer espacio.
El chico de cabello café
con ojos caídos, Elliott Howard, las miró y alzó la mano casualmente, diciendo,
“Lo siento por el ruido.”
Pero justo entonces, el
chico pelinegro Aaron—el que estaba siento restringido por los otros tres—miró
hacia las dos chicas con los ojos inyectados de sangre y gritó, “¡Oigan! Oigan,
ustedes dos, ¡digan algo ya! ¡Estoy siento engañado! Yo no… yo no recuerdo, no
lo recuerdo, no lo sé, no lo puedo recordar… ¡Ahhhhh…!”
“¡Quito ya! ¡Cierra tu
boca!” ladró el joven chico de cabello plateado, con sus venas saliendo a flote
de su sien. Entonces él rápidamente murmuró algo.
Los murmullos hicieron
que Minoca levantara la cabeza. Era un cántico para un hechizo.
¡Y uno acortado
también…!
El chico de cabello
plateado tejió su hechizo a la mitad del tiempo que un cántico normal, entonces
chasqueó sus dedos. Las muñecas de Aaron se congelaron como grilletes. El chico
de cabello plateado luego produjo un pequeño fragmento de hielo en su palma y
la embistió dentro de la boca de Aaron, dejándola ahí.
Mientras el fragmento de
hielo era colocado dentro de su boca, los ojos de Aaron se abrieron, y gritó
internamente.
“Hmph. Ojalá esto te
ayude a refrescar tu cabeza un poco,” escupió el chico de cabello plateado con
desagrado.
Elliott con ojos caídos
lo miró en exasperación. “Cyril, ¿sabías que las chicas te llaman el Scion de
Hielo?”
“¿Qué se supone que
signifique eso?”
“Es el nombre de un
personaje de una novela muy popular en la capital. Aparentemente, él es
maravillosamente genial y tranquilo. ¿Por qué no lo intentas un poco más
para llegar a sus expectativas, hmm?”
“No lo entiendo. Siempre
estoy tranquilo.”
“……”
Elliott se encogió de
hombros ante Cyril—el joven chico de cabello plateado.
Finalmente, el maestro
se dirigió a ambos y dijo, “Sigamos en marcha.”
“Si, Mtro. Thornlee.”
Respondió Elliott sin argumentar.
Cyril miró a Isabelle y
a Monica y ofreció una disculpa corta. Entonces los tres se llevaron a la
fuerza a Aaron.
Cuando los cuatro de ellos
estaban fuera de vista, Isabelle rompió el silencio.
“Me pregunto si algo
pasó en el consejo estudiantil.”
Hablando del consejo
estudiantil, su presidente era el objetivo de la tarea de Monica—el segundo
príncipe, Felix Arc Ridill. Si fuera haber un incidente en el consejo
estudiantil, era significaba que Monica, su guardaespaldas, necesitaría saber
los detalles.
Nooo… Si justo apenas me
transferí, y tengo el sentimiento de que las cosas ya se están poniendo
complicadas…
Como reflejo de su
turbulento encuentro con los miembros del consejo, Monica tomó su estómago y
dejo salir un pequeño gemido.
***
La habitación del ático
que le fue dada a Monica resultó estar mucho más limpia de lo que esperaba. El
director lo había probablemente orquestado. La habitación contenía dos cosas
pequeñas, una cama simple y un escritorio para estudiar—más que suficiente para
Monica.
Levantó la ventana para
refrescar la habitación, y abrió su bolsa de viaje.
“Nero, ya puedes salir…
¿Nero?”
Regó el contenido de su
bolsa de viaje en la cama, enviando a Nero rodando fuera también.
“Miauuuuhhh…” Él hizo un
sonido entre bostezo y maullido.
“¿Hmm? ¿Qué es esto? ¿Ya
llegamos?”
“Mm-hmm. ¿Estuviste
durmiendo todo este tiempo?”
“Sip. Puedo dormir donde
sea cuando sea. Bastante genial, ¿no?” presumió.
“Claro,” dijo Monica de
improviso mientras tomaba su cafetera de la cama.
El escritorio que venía
en el cuarto tenía varios cajones en el. El cajón de hasta abajo podría ser
puesto bajo llave, así que fue ahí donde colocó la cafetera.
A pesar de ser una de
los mejores magos en el reino, Monica tenía unas pocas más preciadas posesiones
de las que ella realmente le importaban. Esta cafetera, un recuerdo de su
padre, era por mucho más importante para ella que su bastón dorado o el anillo
y la túnica que significaban el rango noble que recibió cuando se volvió una
Sabia.
La cafetera era su único
tesoro—ella no podía pensar en algún otro.
Nero bostezó y miró
hacia arriba para verla desde la cama después de que puso con llave el cajón.
“¿Entonces como es la vida escolar?”
“Um, dicen que las
clases comenzarán mañana…”
Empezando mañana, ella
estaría entrando a la Academia Serendia como alumna de segundo año en el
programa avanzado. Y ella estaría haciendo como Monica Norton—no Monica
Everett, la Bruja del Silencio. Su rostro se ensombreció mientras recordaba sus
días en el Instituto de Entrenamiento para Magos Minerva. Para alguien tan tímida
como lo era ella, el estilo de vida en grupo de una escuela era solo agonía.
Por la última mitad de su tiempo en Minerva, ella se había encerrado en el
laboratorio casi constantemente.
“…Ugh. Solo de
imaginarlo me está dando dolor de estómago…”
La razón de que Monica
había llegado aquí era para proteger en secreto al segundo príncipe. Pero antes
de que si quiera pudiera pensar en la misión, para no sobresalir, tendría que
vivir la vida como una estudiante. Que para Monica, iba a ser difícil.
“Eh, no sudes por cosas
de nada. Solo ten un buen momento. ¿No la academia parece divertida?”
“…Dices eso solo porque
no conoces que tan tenebrosa es…”
“Si parece que alguien
va a descubrir tu secreto, puedes solo usar un hechizo para manejarlo, ¿cierto?
Pastel comido. Eres una maga increíble, así que… Es decir, ¿no solo podrías
controlar o alterar las memorias de cualquiera que fuera a descubrir sobre ti?”
Nero podía ser
despreocupado porque sabía muy poco sobre asuntos de humanos. Monica negó con
su cabeza, con una expresión sombría en su rostro. “En la actualidad, cualquier
hechizo que interfiera con la mente humana, como manipular a alguien o
reescribir sus memorias—todo eso está prohibido… Si yo lo uso en alguien sin
permiso, ellos tomarían mi certificado como maga de mí…”
Los hechizos que
interferían con la mente de alguien o el estado mental estaban permitidos solo
en circunstancias especiales, como extraer confesiones de criminales. La
investigación estaba permitida, y Monica había leído un libro o dos sobre el
tema. Sin embargo, aunque ella podía usar los hechizos si así quisiera, no lo
quería hacer particularmente.
“Hechizos como esos son
realmente difíciles de controlar. Algunas personas desarrollan efectos
colaterales, como problemas de memoria o caer en estado de confusión… Y he
escuchado que, si va realmente mal, ellos no podrían recuperar la conciencia.”
“¿Qué? Eso es
terrorífico.”
“Mm-hmm. Así que no
puedes usarlo solo por cualquier cosa.”
De repente, Monica
recordó a Aaron O’Brien, uno de los estudiantes varones que habían pasado hoy
en la mañana. Él había estado en confusión, diciendo que no sabía, no
recordaba, y cosas así. Eso sonaba muy similar a los síntomas de alguien cuya
mente había sido interferida con el uso de un hechizo.
…No, no puede ser,
pensó Monica antes de sacudir su cabeza y retomando su concentración en
prepararse para el día siguiente.
“Los humanos seguro lo
tienen complicado, ¿eh?” dijo Nero, sus bigotes se movían de arriba hacia
abajo.
“Si. Desearía ser un
gato…,” murmuró Monica con una risa seca.
Nero estrechó sus ojos
dorados y la miró. “¿Alguna vez has oído de la supervivencia del más fuerte? Es
incluso peor para los gatos de lo que es para los dragones. Te lo puedo
asegurar—si tú fueras a convertirte en gato, un cuervo podría picotearte
hasta matarte en minutos.”
“…Haah.”
Ella no tenía respuesta
para eso.
NT. Este es un "demo" para la traducción (aunque bastante apegada a la versión final), espero que de encontrar errores mejore la puntuación gramatical sobre todo y pasarla a PDF. Espero tener avances en un futuro cercano.
Comentarios
Publicar un comentario