A8C10. Yuan y Heidi
"Un auto envenenamiento, ¿eh?", murmuró Louis en voz baja, lo que provocó que el director sentado frente a él asintiera una vez con el rostro pálido.
Lo que esperaba a Louis Miller cuando regresó a casa tras abandonar la mansión de la [Bruja del Oráculo Estelar] era un informe sobre el falso Pittman, el asesino que irrumpió en la Academia Serendia, se había suicidado con un veneno oculto. Por lo tanto, incluso después de haber regresado a casa en medio de la noche, voló con su hechizo de vuelo a la prisión y convocó a la persona a cargo, después de un poco de asfixia del guardia que estaba hablando sin sentidos tratando de convencer a Louis para volver de nuevo en la mañana ya que es de noche ahora.
El hombre de mediana edad que ejercía de alcaide jefe de esta prisión tembló patéticamente en cuanto oyó que los Siete Sabios le habían llamado, lo que no pudo evitar que respondiera con sinceridad a la pregunta de Louis.
"¿Cuándo encontraron el cuerpo?"
"A primera hora de la tarde... lo encontró un guardia de patrulla".
"Dijiste que fue un auto envenenamiento, pero ¿encontraste algún testigo ocular que le viera tomar el veneno?".
"N-No, señor. Dio la casualidad de que la celda de enfrente estaba vacía..."
"¿Alguno de los otros prisioneros ha notado algo inusual?"
"Tampoco hay señales de ello...".
Asintiendo con un "hmm", Louis recordó en su mente la estructura de la prisión que había comprobado antes de venir aquí. En lugar de estar unas frente a otras, las celdas de esta prisión estaban construidas unas junto a otras, lo que dificultaba que los presos pudieran comprobar las condiciones de las celdas de los demás.
"Cuando encarceló a ese hombre, ¿no comprobó sus pertenencias?".
La cara del alcaide se puso roja como la remolacha ante la pregunta de Louis, lo que le hizo refutar de forma desesperada con sus escupitajos volando por los aires.
"¡Lo-hemos hecho! ¡Lo hemos revisado con mucho cuidado! Desde luego ese hombre no traía veneno...".
"Pero en realidad, ahora esta muerto".
"B-Bueno... yo..."
Louis consideró algunos casos en su mente antes de llegar a dos posibilidades principales. O bien el hombre encarcelado llevaba veneno por algún medio y se suicidó, o bien alguien lo mató para callarle la boca. Pensando que lo segundo parecía más probable, pidió al alcaide jefe que le mostrara el cadáver del hombre.
El alcaide jefe se estaba poniendo nervioso, pero aun así condujo a Louis al sótano. Al parecer, estaban utilizando una de las habitaciones del sótano como depósito de cadáveres.
El cuerpo que yacía en el suelo era el de un hombre de unos veinte años. Le dijeron que su aspecto, que se parecía al del profesor de Minerva, Eugene Pittman, no era fruto de ningún maquillaje ni disfraz. Eso se confirmó cuando fue capturado.
Su forma de vestir con el uniforme de la prisión era bastante burda. A Louis le molestaba.
"Alcaide Jefe. ¿Le quitó la ropa justo después de morir?"
"N-no, no particularmente, pero creo que permanece exactamente como estaba cuando fue descubierto..."
Entonces es extraño, pensó Louis, frunciendo el ceño. La forma en que iba vestida la prisionera era demasiado burda. La parte delantera y trasera de sus pantalones estaban invertidas, y no le llegaba hasta la cintura.
... parece como si alguien se lo hubiera puesto después de morir.
De repente, se le pasó por la cabeza una posibilidad, y Louis examinó minuciosamente el estado del cadáver. Tenía algunos conocimientos de autopsia, pero había que reconocer que, con el nivel de la medicina en este país, era difícil determinar la hora exacta de la muerte.
— —Aún así, distinguir entre alguien que lleva muerto medio día y alguien que lleva muerto unos días era algo que él podía hacer.
"Jefe Warden, ¿Cómo fue asesinado el verdadero Eugene Pittman?"
"Según su declaración, aprovechó que Eugene Pittman se dirigía a la Academia Serendia para participar en el torneo de ajedrez y lo mató ahogándolo con magia de agua. Luego lo desnudó y lo tiró al río...".
"Entonces, ¿aún no han encontrado el cuerpo del verdadero Eugene Pittman?".
Después de ver al Alcaide Jefe asentir, Louis se convenció.
El verdadero Pittman murió ahogado: ésa era la única información de que disponían a partir de la declaración del asesino.
¿Y si Pittman hubiera muerto de otra forma? ...como un envenenamiento.
Louis miró el cadáver que tenía delante con una expresión amarga en el rostro.
"Estoy bastante seguro de que la causa de la muerte de este cuerpo es el envenenamiento. Sin embargo, este no es un cuerpo que lleva medio día muerto... este es el verdadero Eugene Pittman".
"...¿Qué?"
"Supongo que estaban usando magia de hielo para evitar que el cuerpo se descomponga."
Volviendo sus brillantes y afilados ojos hacia el incomprensivo alcaide, Louis planteó una única pregunta.
"¿Ha entrado o salido algún forastero del edificio hoy?".
"A-ahora que lo dices... hay un comerciante que reparte comida a los presos...".
"Ese comerciante debe ser su cómplice. Probablemente llevó el cuerpo del verdadero Pittman a la celda, fingió el suicidio del falso Pittman, antes de dejarlo salir."
* * *
Una carreta cubierta avanzaba por la calle, a pesar de que ya era de noche. Una joven de pelo corto y negro iba sentada en el asiento del conductor y llevaba una capa con capucha. Bajo la capa se ocultaba un rostro fresco, sin maquillaje, con gruesas cejas y una expresión digna.
En ese momento, un joven salió del vagón detrás de ella. Daba la impresión de ser tranquilo, despreocupado y amable: era Eugene Pittman, el profesor de Minerva... mejor dicho, era el hombre que le había robado la cara.
Manteniendo la mirada al frente, la mujer abrió la boca.
"Yuan, por favor, quédate dentro. Puede que haya gente que ya esté al tanto de tu huida".
"Vamos, Heidi, no seas tan tensa. ¿Qué te parece esto, entonces?"
El hombre llamado Yuan rió con una voz dulce como la miel quemada y se cubrió la cara con la mano. Entonces, cuando sus dedos se clavaron en la piel, la cara que se parecía a Eugene Pittman se contorsionó como arcilla blanda.
Podría parecer que se había pegado un poco de arcilla sobre la piel y luego se había amasado. Sin embargo, si se mira de cerca, se ve que no fue así: la propia piel se transformó en una sustancia similar a la arcilla. A pesar de la nauseabunda y horripilante escena que se desarrollaba en las inmediaciones, Heidi no cambió de expresión. Para ella, esta escena no era nada de lo que sorprenderse.
"Mira, ¿Qué te parece esto?"
Cuando Yuan retiró la mano, su rostro era exactamente igual al de Felix Ark Ridill, el segundo príncipe del Reino Ridill, sólo que con el pelo y los ojos de diferente color.
Heidi cambió su enfoque para mirar la cara de Yuan con un ojo, luego volvió su mirada al frente.
"Yuan, por favor, deja de bromear".
"Vale, vale. Heidi, para ser tan linda, no sabes aguantar una broma".
"... Lo siento".
Heidi bajó sus dignas cejas con un ligero encogimiento de hombros y bajó la cabeza. Tiene una personalidad seria que le hace culparse hasta de las cosas más triviales.
Yuan soltó un exasperado "Dios mío" y abrazó a Heidi por detrás.
"No estoy enfadada contigo, ¿vale? Me siento muy afortunada de tener una aliada tan buena como tú. Gracias a ti he podido escapar así de la cárcel. Gracias".
Yuan entonces besó la parte posterior de la cabeza de Heidi con un sonido *muak*.
Yuan era un excelente asesino que podía infiltrarse en varios lugares manipulando su rostro a voluntad, pero todo esto sólo era posible con el apoyo de Heidi.
Envenenaron al verdadero Eugene Pittman y preservaron su cuerpo con magia de hielo para evitar que se descompusiera. Luego, una vez que Yuan hubiera completado a salvo su misión en la Academia Serendia, fingiría su propio suicidio en un lugar adecuado y haría que encontraran el cuerpo preservado... Ése era el plan original.
Sin embargo, el chico, Barney o quienquiera que fuese, lo descubrió y provocó la detención de Yuan. Así que cambió su plan y le pidió a Heidi que se colara en la prisión para sustituir el cuerpo de Yuan por el de Pittman.
"Estuve tan cerca esta vez... vaya, todo ese estrés podría arruinar mi piel".
"¿Volvemos al Imperio tras un breve descanso en el escondite?".
Yuan negó con la cabeza mientras permanecía en la posición de abrazar a Heidi por detrás.
"No, mi trabajo aún no ha terminado. Planeo infiltrarme en el festival escolar de la Academia Serendia una vez más".
Dicho esto, Yuan entrecerró los ojos como una serpiente y se lamió los labios con lengua fina.
"Aun así... hay algo que me preocupa".
"¿Te refieres a los 'magos invisibles' que te derrotaron?".
"Correcto."
Yuan cerró los ojos y recordó el momento en que fue derribado.
Otra alumna llegó cuando intentaba silenciar a Barney Jones, el alumno de Minerva que descubrió su verdadera identidad. Como sería molesto que gritara, la atrapó en una barrera de bolas de agua...
Por alguna razón, la barrera de bolas de agua se rompió. Y de alguna manera, fue aplastado por la magia del viento y aturdido por la magia del rayo después.
Pero no vio a nadie en la habitación que estuviera recitando ningún hechizo. En ese momento, había asumido que había magos escondidos en algún lugar y que estaban usando hechizos a distancia para atacar a Yuan.
Pero, ¿y si no era así?
La barrera de bola de agua que Yuan había establecido se sentía como si hubiera sido destruida desde dentro. Es más, la chica que parecía tan débil no podía destruir la barrera con sus propias manos. Si quería destruirla desde dentro, lo apropiado sería interferir en ella con algún hechizo.
Dado que la barrera de bola de agua estaba llena de agua, no debería ser capaz de recitar un hechizo, pero... ¿Llevaba algún tipo de herramienta mágica? Hmm, ella nunca mostró signos de usar ninguna herramienta.
Con una cara parecida a la de Félix, Yuan entrecerró los ojos y examinó la situación una y otra vez. Cuanto más la examinaba, más llegaba a una conclusión.
En otras palabras— hay algo en esa chica, Monica Norton.
Si iba a infiltrarse en el festival escolar de la Academia Serendia, esa chica sería probablemente su mayor obstáculo. En respuesta a esta premonición, el cuerpo de Yuan se estremeció y sus labios esbozaron una sonrisa de luna creciente. Con una voz carrasposa y dulce, parecía estar disfrutando desde el fondo de su corazón.
"¡Uhuhu, ahahahaha!"
"Pareces tan feliz, Yuan".
"Por supuesto que estoy tan feliz. Estoy tan emocionado de esperar esto... Quiero decir, puedo oler secretos estimulantes de ella".
Yuan abrazó a Heidi por detrás y hundió la cara en su pelo oscuro, dejando escapar una risita. Luego, como un gato que se acerca a su presa, se lamió los labios con una sonrisa.
"Mi trabajo consiste en sacar a la luz los secretos de la gente. Ya sean los secretos de Felix Ark Ridill o los de Monica Norton... los desvelaré todos".
"Yuan, hay un objeto duro golpeando mi cintura".
"Me encanta la expresión de su cara cuando su secreto es revelado. Qué maravillosamente excitante. Especialmente cuando su cara está hermosamente retorcida en un desastre arrugado, es como una chica virgen llorando y suplicando 'por favor no me expongas, por favor no me expongas' ¡con su ropa arrancada!"
"Yuan, hay un objeto duro golpeando mi cintura".
"Cuando lleguemos al escondite, ¿me harás compañía?"
"Claro, si eso es lo que quieres, Yuan."
**Alcaide: 1. Persona que tiene a su cargo el gobierno de una cárcel - 2. Hasta fines de la Edad Media, encargado de la guarda y defensa de algún castillo o fortaleza
Comentarios
Publicar un comentario